Gracias a esta nota aparecida en Football Shirt Culture pude enterarme de algunas cosas bastante interesantes. Además de la presentación de las nuevas camisetas Umbro del Bohemian Football Club de Irlanda, la nota tiene un link al foro del sitio oficial de la institución. Lo interesante no son las discusiones con los clásicos comentarios del tipo “¡Loco, aguante el XXX, los de YYY son putos y amargos, y a los de ZZZ, la próxima van a correr!” que son, evidentemente, una lacra que atraviesa las culturas e idiosincrasias futboleras más variadas. Lo llamativo fue encontrar la participación en el foro del responsable de marketing de la marca Umbro en Irlanda.
El personaje en cuestión, llamado Jonathan Courtenay, consideró oportuno correr el riesgo de exponerse a sí mismo y a la marca que representa a los interrogantes, reclamos y, por qué no, insultos de la afición bohemia. Muy resumidamente, sus intervenciones tendieron a dejar en claro cuál es la política que lleva adelante Umbro como auspiciante de los principales clubes y del propio seleccionado irlandés. Aportó valiosas explicaciones acerca de los motivos que llevaron a la marca a diseñar las camisetas del modo en que lo hicieron, cuáles fueron decisiones de la marca y cuáles del club. Muchos se quejaban de que la segunda equipación fuera la amarilla y no la blanca, o que la camiseta titular presentara sus clásicos bastones colorados y negros únicamente en su mitad frontal, dejando la espalda completamente negra. Lo primero, explicó Jonathan, fue decisión del club y no de la marca, por lo cual los hinchas deberían redirigir el destinatario de su furia de la marca hacia los directivos de l os Bohs. En lo que respecta a la otra cuestión, la ausencia de bastones en la espalda se debía a la ridícula reglamentación de la UEFA acerca de la visibilidad de números y nombres en las camisetas. Como el Bohemian debe jugar torneos europeos, recordaba Johnatan, Umbro decidió que las ventas estimadas no hacían rentable para la marca el tener que presentar y comercializar modelos de casacas distintas para torneos locales y europeos, como sí lo hacen en el caso de clubes más importantes a nivel continental y mundial. Y por eso decidieron sacar al mercado únicamente el diseño adaptado a los requerimientos de la UEFA.
Jonathan también prometió que Umbro y las autoridades del club intentarían llegar a un acuerdo para diseñar y sacar a la venta una camiseta especial, conmemorativa del centenario de la fundación del Bohemian, algo que ya es una costumbre casi obligada en todos los países futboleros.
La única cuestión que el responsable de Umbro prefirió evitar fue la ya clásica acusación que suferen todas las marcas importantes acerca de la tercerización de la producción en China y otros países asiáticos. En este caso, Johnatan se limitó a asegurar que la política de Umbro en este sentido respeta todas las leyes laborales y las recomendaciones de las agencias internacionales especializadas. Ante el cínico lector de Naomi Klein de siempre, el que le preguntó si las leyes de trabajo que Umbro decía respetar eran las chinas o las de la Unión Europea, Johnatan optó por ignorar la pregunta.
Más allá de que sería muy importante que las marcas terminen de aclarar todas las posibles dudas de los consumidores acerca de esta cuestión tan espinosa, es cierto también que quizás no es un foro partidario en internet el lugar más apropiado para un comunicado institucional formal. De todos modos, es muy interesante observar y destacar hasta dónde son capaces de llegar los responsables de marketing y comunicación de las grandes marcas en su esfuerzo por obtener una mejor llegada a sus clientes. Que vendríamos a ser nosotros, en definitiva. ¿Alguien sabe de un caso similar en Sudamérica?
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