El último partido fue a lo grande, por paliza y con rugby champagne. No puedo entender cómo los franceses se animaban a boquear antes del partido, especialmente después del partido inaugural y de haber tenido que hacer de locales en... Cardiff. Mucha mala leche. Hoy, después de la segunda derrota, decían cosas del tipo de "que lo disfruten, porque no se va a repetir". Parece que quieren más.
En fin, cierre brillante para un mundial brillante. Dedicado a todos los antipumas y sus estúpidos resentimientos de clase. Los del fútbol, todos dogos.
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