Un blog sobre camisetas de fútbol. Historia, diseño, marcas, novedades, curiosidades, rarezas. Arte y Sport.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Las otras marcas: Kelme

La historia de Kelme

Esta nueva entrega de Arte y Sport sobre la historia de las marcas menores está dedicada a una de más breve trayectoria que las anteriores, pero no por ello menos notoria. En apenas algo más de una década logró trascender sus fronteras regionales y luego nacionales hasta conseguir una importante presencia a nivel mundial. Como a tantas otras marcas de crecimiento vertiginoso le ha tocado sufrir severos problemas financieros y gerenciales que la han colocado al borde mismo de la desaparición. Actualmente se encuentra en las últimas fases de un lento y arduo proceso de saneamiento y reorganización que debería aportar resultados visibles en uno o dos años. Salvo en un breve período a fines de los años noventa, su logo siempre ha sido muy identificable, una simpática huellita o garra de animal. Sin más preámbulos, después de visitar Inglaterra con Admiral y Francia con Le Coq Sportif, es el turno de referirnos a España y su marca más famosa y emblemática: Kelme.

Los comienzos

La historia de Kelme comienza en la ciudad de Elche, provincia de Alicante en la Comunidad Valenciana, una región tradicionalmente dedicada a la industria del calzado. En el año 1963 los hermanos Diego y José Quiles fundaron un pequeño taller de confección de calzados en general. La empresa inicialmente llevó el nombre de Sociedad Quiles Calzados, y la buena calidad de sus productos la hizo prosperar rápidamente, ganando notoriedad dentro de su gremio y despertando el interés de otras empresas por sus diseños.

La marca Kelme no aparecería sino hasta el año 1977, y el nombre fue tomado de otra empresa, posteriormente comprada por los Quiles. Unos años antes, en 1974, se había fundado el Kelme Club de Fútbol, una institución dedicada al desarrollo infantil y juvenil de este deporte. El club ha logrado convertirse en una referencia importante dentro de sus categorías en España, y actualmente tiene en vigencia un convenio como filial del Real Madrid.

Con la marca Kelme ya establecida, la estrategia de los hermanos Quiles para instalar su presencia en el mundo deportivo español fue –como en el fútbol- la de crear sus propios equipos. En 1979 se presentó el Equipo Profesional de Ciclismo Kelme, el cual ya desde sus comienzos apuntó a la alta competencia de este deporte tan popular en toda Europa, sirviéndole a la marca de inmejorable vidriera para sus productos. Dirigido por José Quiles, el Equipo Kelme se mantiene en la actualidad como el decano del ciclismo español, y en todos estos años sus logros deportivos han sido notables.

Luego, en 1987, habiendo logrado Kelme consolidarse como una marca muy importante en su país, se creó el Equipo Profesional de Atletismo, patrocinando la competición de más de cien atletas españoles, algunos muy reconocidos internacionalmente como Abel Antón y Sandra Myers. Finalmente, en 1989 la marca creó el Kelme Club de Tenis, dedicado a la competencia de infantiles, jóvenes y adultos dentro de la Comunidad Valenciana.

Sus primeros productos, colecciones y patrocinios

Como no podía ser de otro modo, siendo la empresa originalmente una fábrica de calzado, a ese rubro pertenecieron sus primeros productos reconocibles. En 1978 se lanzó al mercado una primera colección de calzado de tiempo libre, y en 1979 otra de zapatillas deportivas. Aprovechando la fiebre futbolística generada por el mundial de 1982 precisamente en España, Kelme creó ese mismo año su primera colección de botines de fútbol.

Era indudablemente el mejor momento para la expansión de la marca. A partir de la reciente implantación de la monarquía constitucional y de la entrada de España a la Comunidad Europea, los efectos beneficiosos para la economía y la sociedad en general eran cada vez más notorios. Los españoles asistían a los comienzos de un ciclo de prosperidad y de crecimiento de la clase media inédito hasta entonces. Tanto las marcas nacionales como las internacionales deseaban aprovechar el incipiente boom del consumo, tratando de buscar el nicho de mercado más conveniente para su perfil.

Fue entonces en 1983 cuando Kelme pegó el salto decisivo y decidió lanzarse al mercado de los textiles. El público respondió bien y los niveles de ventas eran cada vez mejores. Todavía sin presencia como proveedor de indumentaria de equipos famosos, la marca decidió apoyar la acción de difusión e imagen de sus equipos propios con patrocinios a figuras reconocidas del deporte español. En 1987 firmaron sus respectivos contratos Michel -futbolista del Real Madrid y el seleccionado- y el basquetbolista Jordi Villacampa, ambos con modelos de calzado propios. Un año después se incorporaron la tenista Conchita Martínez (quien llegó a ser campeona de Wimbledon en 1994 vistiendo la marca) y el arquero del seleccionado Andoni Zubizarreta. Y en 1990 Kelme patrocinó por primera vez a un atleta extranjero, el recordman mundial en carreras de media distancia Said Aouita, de Marruecos. Los primeros convenios con equipos fueron también dentro del atletismo: con el equipo soviético en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 y con el equipo español en los Juegos del Mediterráneo en Atenas en 1991. Ya en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 todos los atletas españoles de todas las disciplinas vistieron indumentaria de Kelme, lo cual ocasionó no pocos conflictos a los deportistas que tenían contratos con otras marcas.

Expansión internacional. Kelme en el fútbol

A fines de la década del ochenta el crecimiento de Kelme parecía no tener techo. Siempre apuntalada por sus innovaciones en el rubro del calzado (el sistema de amortiguación Flot System, los míticos botines de fútbol R-Nacional), la empresa comenzó una vertiginosa expansión internacional.

El grupo fue uno de los pioneros en trasladar los centros de producción al extranjero. En 1987 inició las negociaciones con el Comité de Deportes de la antigua URSS para implantar factorías propias y construir un grupo de empresas mixtas con el gobierno ruso. Durante la década de los noventa se llevó a cabo la expansión por casi todo el mundo. En 1991 se crearon oficinas de control de producción en Indonesia y Corea y se reconvirtió el proyecto ruso, ante la disgregación de repúblicas independientes, centrándose en Moldavia y Bielorrusia. A partir de esos años se abrieron filiales en Estados Unidos, Colombia, Alemania, Italia, Brasil y Bélgica y se iniciaron las gestiones para adentrarse en el mercado japonés.

Fue también en los años noventa cuando Kelme entró de lleno al mundo del fútbol. En las transmisiones y resúmenes de partidos de la liga española se notaba cómo el logo de la garra ganaba cada vez más espacio, logrando el auspicio de equipos cada vez más importantes hasta llegar a patrocinar al mismísimo Real Madrid entre 1994 y 1998. También fue la primera marca española en firmar con un equipo de la Serie A del calcio italiano, el Torino FC. Otros equipos menores italianos también fueron provistos por Kelme, así también como algunos seleccionados asiáticos. Para los obsesivos de los datos y las estadísticas, la lista completa de equipos patrocinados por la garra es la siguiente:

Deberíamos agregar que Kelme también llegó a la Argentina, vistiendo en el año 1999 al Club Atlético Lanús en Primera División, y a equipos del interior del país en categorías de ascenso como San Martín de San Juan y Juventud Antoniana de Salta.

A nivel del diseño, las camisetas de Kelme tenían todos los elementos de la impronta noventista. Cortes amplios, formas geométricas extrañas, figuras sobreimpresas o en bajorrelieve, adornos audaces. Los cuellos tomaban formas novedosas pasando a ocupar un lugar quizás excesivamente preponderante, como en tantos otros casos por aquellos años. Las camisetas de Kelme también mantenían una característica de la década anterior, los adornos en las mangas con “filas” de logos. Y podríamos decir que, en general, su nivel fue destacado. No llegó a caer en los peores excesos de la modernización extrema de la década y llegó a presentar muy lindos y recordados modelos, tanto en camisetas titulares como en las alternativas. Las del Real Madrid, motivo de mayor orgullo de la marca, son sin duda las emblemáticas y también algunos de sus mejores trabajos.

En su momento de mayor poder, entre 1995 y 1998, Kelme llegó a patrocinar al popular programa de la TVE ¿Qué apostamos?, y firmó también contratos de exclusividad con figuras de nivel internacional como Gaizka Mendieta, Santi Cañizares, Iván Zamorano, Javi Moreno y Raúl Bravo.

Declive, peligro de cierre y expectativas de recuperación

En el año 2002 salió a la superficie una verdad abrumadora: Kelme estaba al borde de la quiebra. ¿Cómo se había llegado a una situación tan extrema, teniendo en cuenta el crecimiento y el éxito de la marca? Evidentemente, más allá de las particularidades de cada caso, ha habido un conjunto de cambios estructurales en la dinámica de la industria de productos deportivos que afectó a las marcas más pequeñas en detrimento de las más grandes, y ese proceso se aceleró en los últimos años de la década pasada. La relocalización o tercerización de la producción en países de menores costos y los efectos de las novedosas técnicas de marketing global masivo son las facetas más visibles de un modelo que produjo una mayor concentración del negocio es manos de las marcas más poderosas, dejando a las menores sin más opciones que ser absorbidas por aquellas, reinventarse por completo o desaparecer sin más.

Sin embargo, la caída de Kelme se ha debido también a decisiones empresariales demasiado arriesgadas, o incluso especulativas. Desde los comienzos, la empresa productora de Kelme -que había pasado a llamarse Industrias del Calzado y Prendas Deportivas SA (Incadesa)- fue siempre manejada por los hermanos fundadores, Diego y José Quiles, dedicado este último mayormente a la dirección del equipo de ciclismo. Pese al gran crecimiento de la marca, la gestión de Incadesa siempre se mantuvo restringida al ámbito familiar. Diego Quiles era quien detentaba el cargo de presidente de la empresa y en quien recaían las mayores responsabilidades. Y, posiblemente, quien haya cometido los errores más graves.

El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), dependiente de la Generalidad Valenciana, intervino en 2002 a la firma Incadesa para evitar su cierre, aportando un crédito especial de 9 millones de euros que permitiera renegociar los pasivos más urgentes. Pero la cruda verdad se conoció recién en julio de 2003, por las declaraciones que hizo a la Justicia un ex ejecutivo de Incadesa durante el juicio por su despido. En aquella oportunidad, Javier Vázquez-Doredo, el primer consejero delegado impuesto por el IVF para controlar y reordenar la situación de la empresa, reveló que ésta arrastraba deudas por un total de 32 millones de euros y que los últimos dos ejercicios habían cerrado con pérdidas mayores a los 5 millones cada uno. Explicó también que la facturación había caído abruptamente en los últimos años, desde los 55 millones de euros de 1999 hasta los 38 millones de 2002. Y criticó una serie de dudosas inversiones de Incadesa, que incluían un nuevo edificio para la sede social por 9 millones, ampliación de varias filiales por 8 millones y la compra de nuevas fábricas en Rusia por 10 millones. Sumado a todo esto, se sabía además que los Quiles habían invertido en la compra de terrenos municipales de Elche (en un paraje llamado Agua Amarga) que sumaban una superficie de 2,2 millones de metros cuadrados. Esos terrenos, destinados originalmente a la edificación y urbanización, fueron luego declarados zonas de protección ecológica por la Consejería de Medio Ambiente, lo cual suponía por supuesto la prohibición de construir cualquier cosa. Fue de este modo entonces que en 2002, cuando intervino el IVF, la deuda total de Incadesa llegaba a los 43,5 millones de euros.

Las revelaciones de Vázquez-Doredo, sustituido a un año de asumir su cargo por motivos que no fueron precisados, provocaron un escándalo mayúsculo, sobre todo porque llegó a revelar –aportando documentación que probaba lo verídico de sus afirmaciones- que Incadesa además no registraba la mitad de sus ingresos, recurriendo para ello a groseras subfacturaciones.

Desde entonces, el IVF nombró como nuevos consejeros delegados a Javier Soriano Rouco y luego, en 2006, a Benjamín Clarí, un antiguo presidente de Adidas Iberia. Ellos fueron los responsables de encabezar un largo y tortuoso proceso de saneamiento y reorganización, el cual comenzó apartando a los hermanos Quiles de la función ejecutiva y terminó obligando a la familia fundadora a desprenderse de su participación en Incadesa (lo cual incluía los famosos terrenos de Agua Amarga) para de este modo buscar nuevos inversores interesados en hacerse cargo del negocio sin el pesado lastre de la vieja deuda millonaria. El resultado de toda esta complicada operación dejó en junio de 2007 a los hermanos Quiles protestando judicialmente –aunque sin mayores esperanzas- el arreglo, el cual les destinó una suma compensatoria oficialmente declarada en 6 millones de euros (pese a lo cual se cree que podría haber llegado a los 9 millones). Benjamín Clarí fue nombrado sucesivamente vicepresidente y luego presidente de Incadesa, mientras que actualmente se negocia con al menos tres posibles candidatos la entrada del nuevo socio inversor. Se estima que la deuda de la empresa se redujo de los 47 millones de euros a sólo 17.

Mientras la intervención del IVF se dedicaba a estos difíciles menesteres, los responsables de manejar la marca Kelme hacían lo que podían para mantener al menos una mínima presencia en el mercado. En 2004 se decidió –acertadamente- volver a utilizar la famosa garra como logo, la cual había sido sustituida en 1998 por una impersonal letra “K”. Algunos contratos con clubes de fútbol se han podido mantener, como el del Mallorca o el Hércules. Se han firmado incluso nuevos patrocinios con el Cobreloa y el Ñublense, ambos de Chile. En agosto de 2007 se logró cerrar un importante acuerdo de distribución con la Twin City Knitting Company de Estados Unidos, lo cual le garantizaría a Kelme una destacada presencia no sólo en ese país sino también en Canadá y México.

Para los primeros meses de 2008, tal cual se lo informa en la página web oficial de la marca, se espera un gran relanzamiento de Kelme. Se considera que 2008 será un año de transición. La empresa espera recuperar su funcionamiento habitual y calcula que hacia el año 2009 volverá a ser superavitaria. Si bien el 90% de su producción se localiza en diversas fábricas en Asia, el presidente Clarí ha prometido que la tradicinal sede central en Elche seguirá funcionando. Allí mismo se produce el último experimento de la marca: una edición limitada de botines de fútbol llamada The One. Están hechos mayormente con piel de tiburón y su sistema transpirable e impermeable a la vez ha sido bautizado “K-Freh Air”. Su precio: nada menos que 500 euros.

El propio brand manager ha afirmado en diversos foros de internet que la próxima etapa de Kelme también tendrá un lugar para la nostalgia y los productos retro, como lo hacen tantas otras marcas. Ha prometido, por ejemplo, que el famoso modelo de zapatillas Villacampa estará muy pronto otra vez en los comercios españoles.

Desde Arte y Sport le queremos desear suerte a Kelme en esta nueva etapa. Esperemos que no abandonen nunca la garra (literal y metafóricamente hablando) y no estaría nada mal verlos nuevamente por la Argentina. Pero ojalá que la próxima visita sea para quedarse, y por mucho tiempo.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Que vuelva la verde


Todo indica que esta es la nueva camiseta alternativa de Alemania de Adidas para la temporada 08-09, con la Eurocopa de Austria y Suiza como evento excluyente.

Este modelo no está del todo mal, pero seguimos extrañando la tradicional casaca alternativa de Alemania, la de color verde, la que todos recordamos de la final de México ´86 contra la Argentina y la de la semifinal de Italia ´90 contra Inglaterra.

Las dos últimas que casacas verdes que llegó a usar el seleccionado germano, las de las temporadas 98-99 y 00-01, ya daban indicios de que buscaban un cambio importante: tenían cada vez más blanco en su diseño. Finalmente, desde la temporada 02-03 el color se ha alterado por el negro y gris, por el negro con vivos amarillos y rojos en 04-05 y luego por el rojo con vivos negros en 06-07.

Ahora Adidas optó por repetir con la última variante. No era necesario tanto manoseo.







sábado, 22 de diciembre de 2007

Felices fiestas para todos

Es el deseo de Arte y Sport.




Y que Papá Noel les traiga muchas camisetas.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

A veces sobran colores






¿Qué pasa cuando al diseño tradicional de una camiseta titular de un equipo cualquiera se le agregan uno o más colores?

Estéticamente el resultado puede ser satisfactorio, como en todos estos casos: Vélez Sarsfield, Genoa, Deportivo La Coruña, Boca Jrs. y el Blackburn Rovers. Pero, ¿es válido privilegiar el criterio estético por encima de todo? ¿No hay una historia o una tradición que respetar?

Algunos dirán que si los colores agregados se relacionan de algún modo con la historia el club, hasta podría ser un homenaje o un recordatorio de la tradición. Podría ser el caso del verde y el rojo en la camiseta de Vélez (la de la imagen no es la titular, valga la aclaración, pero en el caso de este club la frontera entre titular y alternativa es más bien ambigua), o el rojo en la del Rovers. Pero, ¿qué tiene que hacer el dorado en una camiseta del Depor? Sobre la de Boca, hasta Maradona tuvo algo que decir en su momento (siempre tiene algo que decir el Diego), aunque después la usó sin chistar.

A ustedes, ¿qué les parece?

lunes, 17 de diciembre de 2007

Espíritu crítico: camisetas argentinas

Una por una, todas las camisetas de los equipos argentinos que jugaron el Torneo Apertura 2007. Como todos saben, éste fue ganado inobjetablemente por el Club Atlético Lanús, que pudo festejar de este modo el primer título local de su larga historia.

Ordenadas por marca, aquí están todas:

Topper: Proveedor de Tigre, Estudiantes, Vélez y Newell´s. Hace ya unos años que la marca de Alpargatas (recientemente comprada por su antigua filial brasileña, hoy parte del consorcio Camargo Correa) ha perdido el rumbo. Desde que se reconvirtió a mediados de la década pasada, Topper abandonó su antiguo logo y los clásicos diseños que la hicieron famosa en el país para transformarse en un híbrido con pretensiones modernosas.

Más allá de algún parcial acierto vistiendo a los equipos de Avellaneda, actualmente Topper deambula entre dos opciones: imitar modelos de otras marcas (cuando copió la camiseta Kappa ceñida y elastizada de la Roma adaptándola a los colores de Independiente, o cuando usó los modelos con bastones en degradé para Racing y Estudiantes, tal cual lo hiciera y abandonara rápidamente Adidas) o crear ostentosos y feos modelos propios con esos parches y capas de telas distintas tan de moda en la actualidad. De este estilo son sus diseños actuales, y todos sus equipos deben sufrir esos feos triángulos o trapezoides en los hombros y a los costados. A favor de ellos sólo podríamos mencionar que respetan en buena medida los formatos históricos de los clubes, además de recuperar sus famosos números ochentosos, tan lindos como poco visibles.

Signia: Proveedor de Lanús, Argentinos Jrs. y Gimnasia y Esgrima (Jujuy). Signia ha tenido una breve y muy ajetreada historia. Creada por el grupo multimedia Torneos y Competencias en la segunda mitad de los años 90, fue otra de las marcas con las cuales se intentó evitar la caída irremediable del gigante argentino Gatic S.A. La actual sería la tercera versión de la marca, y es parte integrante del paquete de fábricas y licencias de la ex Gatic que la firma Indular le vendió recientemente a Grendene, el otro poderoso grupo industrial del calzado y los textiles del Brasil.

Por una u otra razón, negativas la mayoría de las veces, los diseños de Signia nunca han pasado desapercibidos. Los actuales comparten ciertas características pero sus resultados son disímiles. A la camiseta del Granate podríamos calificarla como aceptable, e incluso habría podido ser linda si se hubiesen evitado los vivos blancos de los costados, los cuales la terminan recargando sin demasiado motivo. La del Bicho, en cambio, es un intento fallido de adaptar una vieja camiseta del club a la línea de la marca. Los sponsors no están bien integrados al conjunto (un sponsor es mucho, más de uno es imperdonable) y la franja blanca en diagonal es absurdamente gruesa, no se entiende bien por qué. Finalmente, la del Lobo de Jujuy es un espanto irreparable. Repleta de publicidades indignas, los finos bastones celestes -innecesariamente bordeados por líneas azules- se ahogan irremediablemente aplastados bajo el sofocante peso de los hombros en azul marino, con el logo de la marca de tamaño excesivo dominando desde arriba el desolador panorama (algo que en las otras dos casacas puede llegar a disculparse).

Mitre: Proveedor de Arsenal, San Martín (San Juan) y Olimpo (Bahía Blanca). El tren fantasma, el laberinto del terror, la peor pesadilla de un diseñador con buen gusto. Algo tan grave que no sabemos cómo calificarlo.

Kappa: Proveedor de Huracán y Rosario Central. La crítica situación económica e institucional de estos tradicionales equipos no debería disculpar lo evidente: estos modelos de la marca italiana parecen camisetas de tercera división. Kappa ha tenido momentos realmente brillantes en Europa, pero desde que probó suerte en nuestro país los resultados han sido muy decepcionantes. Si algún desprevenido pudo creer que la camiseta Kappa de Excursionistas era similar a la del Betis, todo un logro para la Primera C argentina, para equipos que juegan en nuestra máxima categoría ese mismo criterio es inaplicable. Las casacas del Globo y el Canalla lucen baratas y ordinarias. La tela parece comprada en una liquidación del Once. La de Huracán tiene costuras con figuras imposibles y publicidades por todos lados. La de Central, además, tiene la espalda azul casi por completo. Los conjuntos de pantalón y campera que usan los suplentes y el cuerpo técnico parecen de un club de barrio. Por favor, que algún directivo europeo tome medidas contra el responsable de su filial local.

Puma: Proveedor de Colón y Gimasia y Esgrima (La Plata). Está claro que a la marca alemana no le interesa el fútbol en la Argentina sino que prefiere posicionarse en el segmento de la ropa informal y urbana, con ciertos toques retro. Las camisetas del Sabalero y del Lobo no sólo son bastante feas, sino también muy viejas y repetidas.

Nike: Proveedor de Boca Jrs. y el Racing Club. ¿Qué podemos decir a esta altura acerca de Nike que no se haya dicho aún? Más allá de todas las polémicas que esta marca genera desde hace años como símbolo inequívoco de la mundialización y de las últimas tendencias en producción y comercialización; más allá de sus defensores y sus detractores, de los análisis sociológicos y empresariales, de amores obsesivos y odios viscerales, más allá de cualquier otra consideración, las actuales camisetas del Xeneixe y de la Academia son -por lejos- las más lindas del fútbol argentino. Sobrias, sencillas y elegantes. Clásicas en el mejor sentido del término. Con terminaciones sofisticadas y un leve aire retro. Con detalles mínimos que suman sin molestar ni destacarse innecesariamente. La perfección no existe, pero en ocasiones se la puede rozar.

Umbro: Proveedor de Independiente. Un caso bastante particular. A nivel diseños, la casa inglesa recientemente adquirida por Nike pasa por un excelente momento en Europa. Las novedades de la temporada 07-08 son modernas y bien resueltas, además de muy identificables sin llegar a repetirse de equipo en equipo. Pero en el caso de la casaca del Rojo este éxito no ha podido ser trasladado a nuestro deprimido mercado. En una primera y rápida observación, esta camiseta podría parecerse a cualquiera de las de la Premier League. Pero al mirar con más detenimiento notamos ciertas dificultades, hay algo en el conjunto que no termina de resolverse adecuadamente. En nuestra opinión, puede que sea la superposición de vivos en blanco y en una suerte de plateado opaco o grisáceo. Además, que uno de los grandes de la Argentina lleve publicidad en las mangas es injustificable (lo de Unicef en Boca, ¿cómo lo tomamos?).

Adidas: Proveedor de River Plate. La camiseta del Millonario hace tiempo que viene muy expuesta a los patrones que la marca alemana decide para sus diseños en todo el mundo. Por este motivo es que se han dado casos absurdos, como el modelo anterior en el que la banda roja se interrumpía casi en la mitad del pecho. Y todo por esas malditas capas y parches de múltiples telas. Por suerte, en este caso los resultados fueron distintos. Si bien el modelo titular seguramente será cambiado en lo inmediato (ya que ha quedado algo desfasado con respecto al resto del mundo), éste ha resultado mucho mejor que el anterior. Los omnipresentes apliques de Adidas en torno a la línea del cuerpo se han mantenido del mismo color que el fondo blanco y sólo son perceptibles desde cerca. Las tres tiras negras en los hombros no son invasivas, el cuello es bastante discreto y el conjunto completo resulta bastante agradable. Mención especial para el responsable de elegir la indumentaria para cada fecha. Este año hemos podido ver a River con combinaciones de pantalones y medias en negro, blanco y rojo. Cada partido, una sorpresa.

Nanque: Proveedor de Banfield. Muy sencillo. Si usted es diseñador de Nanque, le encomendaron trabajar en la camiseta del Taladro y no tiene mucho tiempo o muchas ideas, haga lo siguiente. Tome el modelo de River detallado anteriormente, pinte la banda de verde y cambie el logo por el de su empleador. Agregue esas publicidades tan agradables a la vista, y listo, ya está, pase por caja a cobrar. Lomas de Zamora, la Argentina profunda.

Lotto: Proveedor de San Lorenzo. El Ciclón debe ser de los equipos que más marcas distintas han usado (Adidas, Topper, Uhlsport, Penalty, Umbro, New Balance, Luanvi, Signia, Lotto) y también ha tenido diseños de todo tipo, desde los más arriesgados a los más sencillos, desde los más lindos a los más impresentables. De los “garfios” de Lotto ya hemos hablado. No hay mucho más que decir.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Coincidencias




Hace poco recordábamos a Ubaldo Fillol y su famoso buzo Olimpia. Y hoy, casualmente, nos enteramos de que el Pato inauguró su propio sitio web, aún en construcción.

No es una maravilla, pero bien vale la pena una visita. En su página web el propio Pato firma algunos comentarios de actualidad, promete una serie de video-reportajes y se puede consultar información detallada sobre su carrera deportiva.

De allí saqué estas otras fotos, realmente muy buenas (¡también usaba Le Coq Sportif!). Y claro, allí se vende además un DVD que le enseña a atajar a los chicos e incluso réplicas de su buzo setentoso, en tres colores. Pero no me parece que sea lo mismo...

jueves, 13 de diciembre de 2007

Sensibles


Todos conocen ya la camiseta alternativa del Inter. Dijimos que podía ser polémica. Pero jamás creímos que iba a pasar esto.

Samuel Huntington es un genio, lean lo que dice acerca de Turquía en su clásico El choque de las civilizaciones.

Terminemos con esta pavada del multiculturalismo.

martes, 11 de diciembre de 2007

La camiseta no se mancha


Hace tiempo que vengo reflexionando acerca del mundial Argentina 1978. Creo que ya sería tiempo de plantear ciertas ideas que intenten superar la larga historia de lugares comunes que se viene repitiendo desde hace tantos años, así que supongo que este será el tema de un próximo post.

Mientras tanto, podríamos repasar uno de los hechos más escandalosos de aquel evento, el cual ha vuelto a los primeros planos por ciertas declaraciones inesperadas: se trata del partido de segunda ronda entre la Argentina y Perú, el cual -como todos saben- culminó con un 6 a 0 en favor del local, situación que le permitió a éste acceder al partido final con Holanda relegando al seleccionado de Brasil.

En esta nota del periodista Ezequiel Fernández Moores se intenta echar algo de luz sobre este asunto, a la vez que se hace un interesante resumen de las controvertidas declaraciones de varios personajes que, de un modo u otro, tuvieron alguna participación en aquel partido.

De allí tomo el siguiente párrafo:

Quince días después del Mundial, la Argentina del general Videla, quien antes del partido había ingresado al vestuario peruano junto con el ex secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, "otorgó un crédito no reembolsable" a Perú "para la adquisición de cuatro mil toneladas de trigo a granel", según lo publicó el diario La Razón de aquel día, en su página 11 y bajo el título "Trigo". Esa donación, según afirmó el escritor inglés David Yallop en su libro de 1999 How they stole the game (Cómo nos robaron el juego), formó parte del supuesto acuerdo de la dictadura argentina con la peruana, cuya selección, a pedido del DT Calderón, actuó en ese partido con una camiseta alterna (roja), "para no pasar vergüenza con la tradicional blanquirroja".


Una actitud muy Arte y Sport la del equipo peruano. Incluso estando dispuestos a dejarse sobornar en un mundial de fútbol decidieron resguardar el honor de su camiseta. Un mínimo gesto de honor en medio de la peor vergüenza.