Sí, lo de los Pumas fue histórico, pero cuesta reconocer a les Bleus vestidos de azul marino. El diseño en función del marketing deportivo suele incurrir en algunos excesos que pueden enfurecer a los tradicionalistas cuando se altera la esencia última de la camiseta: el color.
En lo que respecta a camisetas deportivas, mi tradicionalismo es moderado. Cualquiera que recurra a los archivos deportivos podrá apreciar que a lo largo de todo el siglo XX, incluso en épocas de amateurismo total, los equipos solían introducir modificaciones importantes en los diseños de sus prendas. Los límites que determinan cuál diseño -por bello que sea- traiciona la esencia o el espíritu que una camiseta representa y cuál no lo hace están sujetos a las más variadas interpretaciones. Pero si hay algo en lo que todos los aficionados concuerdan es que los colores deben ser respetados. En ellos parece radicar el elemento fundamental e irreemplazable de una camiseta. Y si un diseño (como el que Francia presentó ayer, muy moderno y agradable, por cierto) presenta un cambio tan notorio en un emblema tan tradicional como el del rugby francés entonces muchos seguidores nos sentimos traicionados. Efectivamente, todo cambia y a un ritmo cada vez más acelerado, pero hay ciertos elementos que nos gusta que sean inalterables. Porque además no se trata sólo de camisetas, sino que ¿dónde quedaron los también famosos pantalones blancos y medias rojas de Francia? ¿No pasó lo mismo en el mundial de fútbol, en donde hasta la final misma la jugaron totalmente de blanco? Tanto en fútbol como en rugby, si Francia jugaba con su segunda casaca, entonces el short era azul y las medias, rojas.
Sí, también estoy aprendiendo algo de historia y así he podido averiguar que en los orígenes y desarrollo de los más variados equipos los colores mismos han sufrido alteraciones. Aunque creamos que la verde-amarelha es la camiseta de Brasil de toda la vida, en verdad lo es sólo desde 1951. La tradicional camiseta blanca del seleccionado de Brasil fue desterrada luego del Maracanazo uruguayo de 1950. El Athletic Bilbao cambió a principios de siglo sus colores blanco y azul por los conocidos blanco y rojo actuales con el fin de conseguir tela más barata para sus camisetas, la cual no resultó ser otra que la rayada de los colchoneros madrileños, quienes a su vez ya habían dado colores y apodo al Atlético de Madrid. El West Ham replicó los particulares colores del Aston Villa también a principios del siglo XX gracias a una apuesta que no pudo ser pagada en efectivo, sino con un juego de camisetas que luego el lavandero del Villa reportó como "missing". Y como éstas, muchas otras historias.
También podría cuestionarse el color mismo de la camiseta de la Argentina, como así también la de Racing. ¿Cuál es el celeste que nunca debería alterarse? No está del todo claro, pero no ha habido en la historia color más variable que éste. Ha pasado por toda la gama del azul, desde un celeste casi indistinguible del blanco hasta el azul eléctrico. Nadie parece molestarse mucho, desde luego.
Algo más sobre camisetas. Las prendas de rugby han sufrido en menos de diez años los cambios que las de fútbol han sufrido en treinta o más. Si los nuevos modelos son lindos o no, bueno, es un tema arduo para debatir. Lo que es seguro es que el hombre común, el consumidor desesperado por usar lo mismo que su ídolo, aquel que necesita identificarse con todo lo que su equipo representa, no las puede usar. No sin hacer el ridículo, al menos. Los modelos actuales son extremadamente ajustados y no apto para espaldas encorvadas y panzas prominentes. Los responsables de las marcas seguramente habrán pensado en esta cuestión, habrá que ver si repercute finalmente en los niveles de ventas.
Aunque el tema "variantes de todo tipo en las camisetas de fútbol y rugby" está lejos de quedar agotado en los párrafos precedentes, vale la pena mencionar las que seguramente fueron las imágenes más comentadas de la jornada inaugural del mundial de rugby Francia 2007 por el público no especializado:
- Las caras de emoción violenta que tenían los Pumas mientras escuchaban la versión IRB edit del himno. Los que no conocen los famosos códigos del rugby, los que no son gente del rugby (expresiones que suelen efurecerlos) opinaron socarronamente: "¿Por qué se emocionan tanto estos gordos chetos?". Como observador frecuente e imparcial del rugby y simpatizante de los Pumas desde hace años, debo admitir que los muchachos parecían sobreactuar su emoción. Pero no quiero ser cínico, y mucho menos si consideramos el rendimiento del equipo en el partido que siguió.
- ¿Ese francés de barba copiosa y físico imponente quién es, Conan el Bárbaro? No, es Sebastien Chabal, no sé bien qué onda, pero el director de cámaras seguro que se lo quiere chapar.
- ¿Alguien quiere un poco de espumante francés? Pichot tiene mucho. En el colegio primario aprendimos que la saliva humana se compone de 99% de agua y un 1% de ptialina, palabra que recuerdo porque a todos en la clase nos causaba mucha gracia. Bueno, al gran capitán se le concentró en la boca mucho de ese 1%, y se le escapó todo en la arenga del final del partido. Puaj, qué asquito.
- Algo más personal: por más atinada que sea, no debo decir en público frases como "la presión de los Pumas es asfixiante". Ni siquiera si los amigos que están viendo la repetición mientras comemos pizza recurren a mí como el único que parece saber algo de este deporte aparentemente indescifrable. Lo más probable es que quede como un tarado una vez más.
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sábado, 8 de septiembre de 2007
Histórico triunfo contra ¿Francia?
Publicadas por Arte y Sport a las 4:36 p. m.
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1 comentario:
¡Muy bueno el blog! Necesito más tiempo para leer más cosas, pero este post está bárbaro y los nuevos que hablan del tema "camisetas" también. Lo de Conán es verdad, qué mole el tipo ese, y la saliva de Pichot al final, ja, muy bueno.
Mi blog es livianito, un poco de cine, de libros, de tv, más vivencias, muy tranqui. Saludos.
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