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martes, 31 de enero de 2006

Cine de vacaciones

Estas vacaciones son todo un desafío, especialmente si no quiero recordarlas como una de las peores de mi vida. Nada de interesante, sólo cuidar a mi abuela mientras mis viejos están de viaje, mirar pavadas en la televisión, ir al club, sacar al perro (algo enloquecedor: ayer, de un topetazo me desparramó en el medio de la calle), esperar a que mi hermano llegue de su segundo trabajo a eso de la una de la mañana. Cierto, también solía tener mi propia casa, pero de eso parece que se encarga la señora que limpia.

Sí, también empiezo hoy mismo las clases de batería. Una incógnita total, y supongo que motivo de alguna entrada posterior.

Así que solo quedan las películas y los libros, pero voy a empezar por lo primero: cine, video, DVD y TV. Cometarios rápidos de lo visto en los últimos días:

- Las vírgenes suicidas, de Sofía Coppola, con Kirsten Dunst. Sí, Kirsten, además de ser hermosa, tiene la sonrisa más macabra y perversa del momento. La película es una maravilla del diseño de decorados y vestuario, con esa onda setentosa que viene causando estragos en todos lados desde hace ya varios años (¿cuándo empezó todo eso, con Boogie Nights?). También la banda de sonido impresiona, desde la música original de Air hasta las canciones de otros artistas especialmente elegidas, todo sorprende por su cohesión y por como parecen estar muy ligeramente a contramano de las escenas en que son utilizadas, lo que refuerza ese efecto de extrañamiento que la película busca constantemente. Sin embargo, la resolución de la historia no me termina de conformar, hay quizás alguna indecisión para cerrar una historia bien terrible dentro del esquema formal propuesto por la directora. Pero quizás le exijo demasiado a Sofía en su debut, una de las princesas de la modernidad cool mundial, que ya demostró de lo que es capaz con Lost in translation.

-Mean girls: típico producto del actual equipo de Saturday Night Live, que todavía da pelea y tiene algún momento inspirado pero está lejos de lo que era hace unos cinco o diez años. Tina Fey escribe y protagoniza otra típica película de colegio secundario, en el estilo de Ni idea. Claro, no es tan graciosa ni precisa, y se preocupa por ser mucho más políticamente correcta (¡más!). El resultado final no puede decirse que decepcione, gracias seguramente a Lindsay Lohan, la perra descontrolada de cuerpo increíble y carita de nena buena, estrella absoluta de la película. Será nomás que me cae bien Tina Fey, que hace siempre de sí misma, también en SNL: un aire intelectual, un mínimo toque sexy, algo de cinismo y mucho progresismo a la americana. Claro, alguien como Molly Shannon ganaba por goleada en casi todos los rubros. En verdad, a todos los SNL hay que reconocerles su gran ductilidad: actúan, imitan, cantan, bailan, quizás hasta tocan algún instrumento.

- The Anchorman: otra derivación de SNL, esta vez con su figura masculina excluyente de la última década, Will Ferrell, claro. Y otra más ambientada en los setenta. En teoría, a esta comedia en la onda de que la revista El amante llama "nueva comedia americana" (pensar en las películas de Wes Anderson y Ben Stiller, fundamentalmente) no parece faltarle nada. Otro perfecto diseño retro, un casting muy acertado (se destaca Cristina Applegate en su encantador y feminista personaje), breves apariciones de los amigotes Luke Wilson y el propio Ben Stiller, pero así y todo la película está lejos de los mejores exponentes del género, como por ejemplo, Zoolander. Me parece que no se trabaja demasiado en el guión y se apuesta demasiado al carisma y comicidad de los actores. Por muy talentoso que sea Ferrell, tampoco puede hacer milagros.

- El transportador, no importa de quién ni con quién. De esas que sólo puedo ver por cable, de madrugada y cuando el agua me llega al cuello. Y claro, las escenas de acción del principio te enganchan, muy cancheras y cínicas, vertiginosas, con esos diálogos cortantes de caricaturas de héroes modernos. Pero en cuanto le quieren agregar alguna clase de profundidad dramática, o, peor aún, alguna sub-trama vagamente política, se vuelve directamente un grotesco. La típica película que deben amar todos los abonados de la primera hora a los videoclubes de DVD, de esos que sacan seis por fin de semana y se desesperan por ver cualquier mierda, siempre antes que en el cine, eso seguro (estos tipos dicen saber muchísimo de cine, quizás alguna vez se atrevan y compren una revista Cinemanía, aunque más no sea por el poster; para estas lacras, no existe otro cine que no sea el de Hollywood más mainstream, y ver una película anterior a 1998 no sirve porque es "viejísima": cuando "hablo de cine" con estos idiotas dudo de que estemos hablando de lo mismo, aunque parezca que sí).

Bueno, supongo que es todo por ahora, no se puede estar tanto tiempo en un locutorio. Tengo que poner internet en casa, urgentemente.

martes, 24 de enero de 2006

¿Y ahora?

¿Qué es todo esto? Bueno, ya está, ahora hay que escribir.
¿En serio habrá gente interesada en esto?
No sé, tan sólo una prueba.