Un blog sobre camisetas de fútbol. Historia, diseño, marcas, novedades, curiosidades, rarezas. Arte y Sport.

domingo, 30 de julio de 2006

Dibujos de Liniers

Es muy probable que Ricardo Siri (Liniers) sea el mejor humorista gráfico de la actualidad. Empezó publicando en el suplemento No de Página/12, pero -sign of the times- desde hace un par de años dibuja una tira diaria en La Nación (a pesar de su escaso prestigio entre los círculos intelectuales, si no es el mejor diario de la Argentina seguro que al menos es el mejor escrito, lo cual ya es mucho decir). Su estilo de humor, a la vez ingenuo e irónico, puede ser irresistible en un día inspirado. Sus dibujos son la más fiel expresión de ese sentido del humor.

Esta es la tira que salió hoy en el diario, graciosa más por su texto que por su ascético dibujo. Otros excelentes trabajos -que no van a parar al diario- se pueden ver en el blog Liniers. Cosas que te pasan si estás vivo. De nada.

jueves, 27 de julio de 2006

Bush Superstar

No, esto no es claramente un mash-up, aunque no sé cómo definirlo. Más allá de que se trata de una broma hecha por un par de bloggers (shlog.com y thepartyparty.com) habría que ver cuáles serían los resultados si alguien decidiera hacer algo así más en serio. De todos modos, es una buena muestra de todo lo que se puede hacer apenas con un par de programas de edición caseros.

miércoles, 26 de julio de 2006

Noticias de Jerry Seinfeld

Seinfeld apareció en el show de David Letterman, se supone que muy recientemente. Está más viejo, gordo y pelado, aunque bastante bien en general. Hasta tuvo un bebé. Vive otra vez en Nueva York. Y hace algo de comedia, como este monólogo:

y además, la entrevista con David Letterman

lunes, 24 de julio de 2006

Basta del cagazo a K

Según la revista Noticias, este aviso televisivo fue rechazado por los canales abiertos de TV. Claro, no contaban con los blogs y YouTube.

Auge del cine arte



Hace un tiempo, haciendo un breve comentario sobre la película Ana y los otros, me atreví a dudar de la conveniencia de estrenar en el circuito comercial esa clase de trabajos independientes, hechos con muy poco apoyo oficial y con los que los directores y productores se juegan la vida y algunas otras cosas. También me preguntaba acerca del verdadero valor estético de algunas de las películas a las que se suele etiquetar como “nuevo cine argentino”.

Por supuesto que sigo dándole vueltas al asunto sin haber llegado a una conclusión demasiado esclarecedora, pero sí creo interesante comentar una nota firmada por Pablo Sirvén aparecida este fin de semana en La Nación, a propósito del estreno de películas como Bañeros 3, su éxito de público y la reacción de la crítica especializada. Recuerda Sirvén que porquerías como Bañeros existen y existieron en todas las industrias cinematográficas y en casi todas las épocas. Apunta que, si bien los productores hacen su negocio recaudando por boletería y cobrando subsidios indebidos del INCAA, el organismo oficial también recibe su tajada, lo cual permitiría financiar muchas películas que, en su opinión, no le interesan a nadie (habría que cotejar cifras y datos). Se queja de que en el cine argentino existen la pata industrial y populachera por un lado, y la experimental y vanguardista por el otro -esta última de calidad muy despareja-, pero que no se logra consolidar un cine comercial de alta calidad (Bielinsky se murió y Campanella es pésimo, agrego yo).

Si bien el artículo es polémico, creo que tiene razón en ciertos aspectos. Hay que sincerarse y decir que mucho cine supuestamente experimental (o alternativo, o como coño se lo quiera denominar) es en realidad bastante sobrevalorado. Y que aún si toda esa producción fuera de alta calidad, de todos modos seguiría yendo al muere, condenada a competir en inferioridad de condiciones en los multicines contra El código pedorro, como sucede actualmente. Sí, ya sé, también están los tanques que valen la pena (Superman, Piratas del Caribe), pero el problema es la escasez de alternativas. En lugar de exigir que se respete la cuota de pantalla en el circuito comercial, yo apostaría a jerarquizar el alternativo (Malba, Arteplex, Lugones, etc). O a que el BAFICI no sea un desbocado acontecimiento anual, sino que se prolongue con repeticiones de las mejores películas que, seguramente, no pudimos ver por falta de tiempo u horarios.

En este sentido, es una buena noticia que el INCAA haya anunciado la decisión de desprenderse del “cementerio” Tita Merello para pasarlo a un grupo privado, en el cual, según otra noticia publicada en La Nación, participaría Daniel Burman. Sería un experimento interesante contar con un verdadero espacio dedicado a lo mejor del cine mundial que no deba sufrir las penosas condiciones técnicas de las pocas salas que se atreven a pelearle a los tanques.

domingo, 16 de julio de 2006

Mezclas

Ya nadie debería escandalizarse y reclamar demasiado por la figura del autor. Las canciones y videos que siguen a continuación, ¿de quién o quiénes son? ¿Importa mucho, después de todo? Si las obras pierden a sus autores, ¿a quién admiramos, o a quién idolatramos? ¿O a quién denostamos, por supuesto?

Cuando Foucault decretó el fin de los autores no creo que tuviera todo esto en mente. Los mash-ups, remixes y demás engendros caseros, piratas u oficiales pueden ser a veces tan sólo bromas o provocaciones, pero que a nadie se le ocurra subestimarlos. Al que le queden dudas podría tomarse la molestia de bajar los trabajos de 2 Many DJ´s, seguramente los mejores artistas de la última Creamfields.
Estos son apenas unos pocos ejemplos de todo lo que hay por ahí.

Primero, Madonna y Coldplay

Madonna, ahora con New Order

Y no estaría de más recordar que "Hang Up" ya contiene un característico sample de "Gimme, Gimme, Gimme" de ABBA.

otra vez "Blue Monday", en un mash-up "oficial" y en vivo

y a Coldplay, ¿lo tenían haciendo esto?

Esto no es un mash-up, claro, es tan sólo un cover en vivo. Pero igual no deja de sorprenderme. ¡Y al minuto y medio de video hay uno del público con una bengala!


jueves, 13 de julio de 2006

Guitarra rítmica y percusión


Hace ya unos cuantos años que dejaron de interesarme los guitarristas virtuosos, categoría normalmente reservada sólo para aquellos que suelen ser capaces de interpretar complejas melodías a gran velocidad. Los que puntean rápido, para decirlo más sencillamente. Aunque debería corregirme y reconocer que ninguna clase de virtuosismo musical me interesa demasiado actualmente. Presto muchísima más atención al sonido integral de una banda, al tipo de expresividad que logra, a su sonido particular, la estética que pone en práctica, en suma, a todos aquellos recursos puestos al servicio de la reina de la música pop(ular), la canción.

Y claro, siendo baterista, es lógico que me interesen todas las cuestiones relacionadas con la rítmica. Por eso me aburren soberanamente los solos de guitarra pero me puedo poner a escuchar atentamente el trabajo con guitarras rítmicas de, por ejemplo, Bernard Sumner en Joy Division y New Order. Trato ahora de pensar en otros notables guitarristas rítmicos y no se me ocurren. En todo caso sí es interesante, ahora que lo pienso, escuchar a aquellas bandas que se han destacado por sus contrapuntos entre dos (o más) guitarristas, como por ejemplo los Television, y también sus actuales discípulos The Strokes. En estos casos, la rítmica y los solos se integran de forma tal que los unos serían casi irrelevantes sin los otros.

Mientras tanto, podemos disfrutar de esta rareza, una especie de tercera vía: un tipo que ejecuta la guitarra como un instrumento de percusión y es capaz al mismo tiempo de sacarle muy lindas melodías. Es canadiense y se llama Erik Mongrain. Otra de las innumerables y agradables rarezas que se pueden encontrar en YouTube! y sitios similares.

viernes, 7 de julio de 2006

Panqueques


¿Por qué el mundial de 2002 es un recuerdo tan amargo? Por supuesto, porque nos fuimos en primera rueda cuando éramos los máximos candidatos al título. Parece un razonamiento idiota, ¿no?, pero si éramos los máximos candidatos... era porque éramos los mejores. Nada de rankings de la FIFA ni otras pavadas semejantes, hablo de la opinión de los que saben de fútbol mundial (todos sabemos quiénes son) y de las casas de apuestas de Londres, foro global perfectamente autorizado porque, por supuesto, con la guita no se jode, especialmente con la propia.

No quiero hacer leña del árbol caído, salvo del tronco inmóvil de Riquelme. Pero a pesar de él, Argentina jugó un buen mundial. ¿Alcanza para no sólo respetar a Pekerman, sino también admirarlo, o tenerle cariño? No, porque no todo debería reducirse al mundial, aún siendo la competencia futbolística más importante. Durante el proceso de Pekerman el seleccionado argentino dejó casi de pertenecer a la elite de los grandes, posición recién ahora recuperada. En dos años perdió una cantidad de partidos similar a la que perdió con Bielsa en seis, y con rivales de una calidad notablemente inferior. Se dejó de jugar con actitud ganadora para "ir a ver qué onda". En suma, se retrocedió.

Cuando Bielsa era el DT yo sabía que Argentina ganaba. Ganaba. Seguro. Así de fácil. Podía empezar perdiendo en Roma contra Italia y recuperarse para darle una paliza memorable, una conga de las que nunca un equipo argentino le propinó a uno italiano. Nunca. Y ese es sólo un ejemplo. Nunca fui un hincha tan fanáticamente orgulloso de la selección como con Bielsa. ¿El equipo del 94? Un equipo sin defensa no es un equipo.

¿Nostálgico, fanático, anclado en el pasado? Para nada, esos tiempos pueden volver, la propia dinámica del fútbol todo lo puede. Además, no haría falta que Bielsa firme como DT de la selección para que el equipo fuese bielsista. Algo de aquel espíritu podría recuperarse si el próximo DT de la selección fuese el Tolo Gallego. O incluso el Cholo Simeone.

Mientras tanto, miren lo que se publicaba en el site de la Conmebol en septiembre de 2001, esa época en la que nadie dudaba de que éramos los mejores. Muchos pierden la memoria muy rápido. (Link: http://conmebol.com/articulos_ver.jsp?id=30136&slangab=S)

Reformismo

Coincido con la obsesiva cobertura del mundial a cargo de Quintín en la mayoría de sus comentarios publicados en el site Los Trabajos Prácticos (www.bonk.com.ar/tp/), pero de ningún modo en su obstinada defensa de Riquelme. Otros lectores del sitio le han contestado muy convincentemente. Por mi parte, rescato la cobertura del mundial que ha hecho el diario La Nación, con notas interesantes, bien escritas y con ideas, no polémicas vacías. Incluso diría que la mayoría de quienes hicieron el blog del mundial (Martin, Varsky, Iucht) en general han defendido a Riquelme. Y Arcucci, más allá de lo que opine Quintín acerca de sus intenciones y escritura, tiene todo el derecho del mundo a atacarlo, en los términos que prefiera.

Comparto la preocupación por el bajo nivel futbolístico del mundial, algo que en verdad no es una novedad de Alemania 2006. Sí lo es el hecho de que los árbitros hayan sido instruidos en esta ocasión para cobrar "mancha" todo el tiempo, lo que redundó no sólo en sistemas más defensivos sino en partidos más entrecortados. Felicito a réferi de Alemania-Italia por dejar jugar más, permitiendo algunos contactos o brusquedades sin mala intención, haciendo las acciones mucho más fluidas y emocionantes. No tiene sentido pasar de la anarquía del fútbol local -en donde prácticamente todo está permitido en un campo de juego, incluso las acciones más desleales y las protestas y simulaciones más desvergonzadas- a la jacobina aplicación del reglamento en el mundial. Entiendo que el espíritu de las modificaciones fue hacer el juego más limpio y proteger a los habilidosos y a quienes se dedican a atacar, pero la puesta en práctica de ese espíritu no fue para nada acertada.

Para que el espectáculo futbolístico del mundial mejorase, no habría que introducir variantes reglamentarias demasiado radicales. Bastaría con volver al sistema aplicado durante los mundiales de 1974, 1978 y 1982, es decir, de dos ruedas de todos contra todos para determinar a los semifinalistas, quienes recién en esa instancia se eliminarían de manera directa. De este modo se evitarían las especulaciones, los agotadores alargues, las estúpidas definiciones por penales y todo aquello que desvirtúa el espíritu del torneo. Más allá incluso del dudoso 6 a 0 a Perú en 1978, o de la variante de 1982 que resultó algo cruel, con triangulares como el de Argentina, Brasil e Italia. Pero en aquel mundial había que ir para adelante, y cómo. ¿Se animaría la FIFA a aplicarlo? Tendrían que encontrarle la vuelta económica, y quizás así sí. Pero claro, habría que reducir quizás la cantidad de países participantes para que el torneo no se extienda demasiado (con dos rondas de cuatro equipos, semifinal y final, los finalistas jugarían ocho partidos), y ciertos funcionarios de la FIFA (como don Julio) necesitan del voto de las asociaciones de los países chicos para sobrevivir. Veremos.

martes, 4 de julio de 2006

Arriesgando



Italia gran finale
Gli azzurri battono la Germania 2-0 al termine dei tempi supplementari. Reti di Grosso e Del Piero, al 119' e al 121'. Palo di Gilardino, traversa di Zambrotta
I goleador: Grosso e Del Piero. Ap
I goleador: Grosso e Del Piero. Ap
DORTMUND (Germania), 4 luglio 2006 - La più bella! Fantastica! Straordinaria! L'Italia cucina la Germania. La trascina ai supplementari. Colpisce pali, traverse. E travolge i padroni di casa in trenta minuti da leggenda. Poi quel capolavoro di Grosso e l'invenzione di Ale Del Piero, così come sognava Gattuso. Due a zero.

Eliminación


Es extraño. Después de un primer momento en que reaccioné a la eliminación argentina del mundial con más tristeza y resignación que bronca o enojo, me dediqué a buscar en diversos sitios de internet artículos y opiniones de gente respetable sobre fútbol en general y el mundial en particular. Necesitaba alguna explicación racional para otro paso en falso, confrontar mis opiniones con las de otros quizás más autorizados, pensar obsesivamente otra vez en algo. Con el correr de los días y, sobre todo, a partir de la (no tan) sorpresiva eliminación de Brasil, sentí que además de reflexionar civilizadamente, polemizar con altura y argumentar con categoría, era la hora de la revancha.

Saqué todo lo peor de mí, con razones o sin ellas, y lo volqué en mi propio blog y en otros sitios, dejando todos mis datos como una provocación abierta. El resultado fue previsible, lo que quise evitar en un principio dejando al mundial fuera del blog: varios comentarios a mis entradas, incluso de brasileños, recriminándome de diferentes maneras todas mis opiniones, las más burdas y las más lógicas. Algún desubicado (argentino, como no podía ser de otra manera) hasta se burló de mi post dedicado a Simeone, un tímido homenaje al jugador que más veces vistió la camiseta argentina, hecho en mi condición de hincha de Racing sin ofender a ningún otro equipo.

En fin, si un blog es mostrarse, abrirse al mundo, también es razonable no querer que me llenen la cara de dedos. Los comentarios fueron oportunamente borrados, y a partir de ahora activé la opción para moderar los que persistan. Yo seguiré en la mía. Sigo creyendo que la época de Bielsa fue la edad dorada de la selección, el único equipo nacional a la altura del de México ´86, con el plus de haberse mantenido en lo más alto de la consideración internacional por más tiempo que ningún otro. Sigo odiando a Riquelme, por razones puramente futbolísticas. No puedo evitar alegrarme cuando pierde Brasil, sean los mejores del mundo o no, sobre todo si se come un baile de la categoría del que le dio Francia. El video de Zidane tiene valor en sí mismo, más allá de la furibunda dedicatoria que, por si alguno todavía no lo notó, está dirigida a Riquelme, quien por supuesto continuará con su vida sin siquiera sospechar hasta qué grado del absurdo pueden llegar las polémicas que genera su juego. Si alguien quiere leer una interesante defensa del 10 argentino, que lea la nota de Quintín en el site TP (Los Trabajos Prácticos). Es uno de los varios artículos que el antiguo director de El Amante Cine escribió acerca del mundial. De más está decir que estoy en total desacuerdo con esa defensa.

Estoy cansado de los que opinan de la selección con la camiseta del club. No creo que haya sido siempre así, debe haber sido para la época de Passarella que se empezó con esto de "qué querés con técnico y jugadores gallinas" o "a quién querés poner si los bosteros son horribles". Lo lamento si alguien se ofende, el fútbol despierta demasiadas pasiones, muchas de ellas negativas. Voy a cerrar todo este asunto, incluso con la incómoda sensación de que podría dedicarme a escribir libros enteros sobre fútbol y aún así quedarme con las ganas de expresar algo más. Sólo cabe agregar que, más allá de mi vulnerabilidad ante ciertas opiniones demasiado vulgares, y creo que también es por esto que lo hago, al menos en este mínimo blog, en este espacio intrascendente en la inmensidad sobresignificada de la red, me reservo el legítimo derecho a quedarme con la última palabra.

lunes, 3 de julio de 2006

Aprendé




A vos te hablo, muerto, fracasado, aprendé de un 10 de verdad.
Uno que aparece en las difíciles, en los partidos definitorios, contra los grandes.
Uno que hace lujos para adelante, que no se caga al patear un penal.
Que corre, que baja marcando, y que si te tiene que pegar, te mata.
Que disfruta del fútbol de verdad, y no deambula por la cancha con esa cara de angustia metafísica.
Mirá y aprendé.

domingo, 2 de julio de 2006

Fútbol




Basta de las dos grandes mentiras de los líricos (de Clarín y alrededores): el jogo bonito de Brasil y Riquelme.
Basta de fútbol circo, de publicidades de futbolistas matrix.
Basta del primer mundo de palcos vip y compradores de merchandising y del tercero de la violencia del aguante.
Basta de las limitaciones inglesas y alemanas, el juego sucio portugués y la especulación italiana.
Viva el fútbol generoso y sin miedos de Francia. Viva Zidane, patriarca y auténtica estrella. Viva Tévez, talento y cojones. Vamos Ayala, el mejor defensor del mundo.
Viva Bielsa. Qué vuelva el fútbol moderno, veloz, ofensivo y técnicamente superior. Que nos volvamos a llevar a todos por delante, de visitante y de local, sin más complejos de inferioridad.