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martes, 29 de mayo de 2007

En bici por Parque Chas

Tanto en YouTube como en la página parquechasweb.com.ar pueden ver los videos sobre el estado de la fuente. En el primer caso, escribiendo en el buscador "fuente parque chas". En el segundo pueden leer además una muy completa nota que explica este problema.

Para mi blog, en cambio, preferí poner estos otros dos videos, paseando un poco en bici por este notable barrio porteño.

Esto es un discurso de derecha


Este discurso de Nicolas Sarkozy (sacado del sitio español elmanifiesto.com), el nuevo presidente de Francia, hace que sienta una envidia enorme por la clase política de ese país. ¿Cuántos políticos de la Argentina podrían dar un discurso de esta calidad intelectual y emocional? Creo que muy pocos.

Me parece que, aún a la distancia, reducir a Sarkozy a la figura de "ministro facho que tildó de chusma a los jóvenes de los suburbios parisinos" es una opción demasiado simplista. Me llaman la atención algunos aspectos de su pensamiento, en algunas de sus críticas a la globalización percibo cierto tufillo nacionalista bastante retrógrado. Pero su crítica a la izquierda es lúcida y demoledora, su intento por recuperar ciertos valores me parece positivo y su concepto de lo moral en política supera en mucho la no siempre trascendente noción de moral como sinónimo de honestidad en el manejo de los fondos públicos (esa limitación del discurso de Carrió que tanto me irrita).

El texto no es breve, pero vale realmente la pena leerlo.

19-20/12/2001 y su herencia

Excelente artículo de Pepe Eliaschev en el diario Perfil. Así está la ciudad de Buenos Aires ahora. Al momento de escribir estas líneas, un par de insignificantes agrupaciones políticas de izquierda cortan la avenida Corrientes entre Callao y Rodríguez Peña para... conmemorar el aniversario del Cordobazo.

Perfecto. No creo que haya nada que conmemorar, recordar, festejar o celebrar de nuestras "gestas populares". Y menos de esta manera.


También vale la pena el análisis de la elección porteña del domingo próximo de James Neilson. Cuántas cosas a tener en cuenta antes de una elección... En los últimos días me ronda una idea: si Telerman no entra a la segunda vuelta, entonces en el ballotage voto a Macri. Yo le daría una última oportunidad a los "progres-copados-sensibles-cultos-chamuyeros-ineficientes-por qué no corruptos-" de gobernar este manicomio, aún con el atenuante de que la ciudad aún depende demasiado del gobierno nacional. Por eso voto a Telerman. Pero es la última oportunidad, la próxima chance la tiene la centroderecha.

martes, 22 de mayo de 2007

El Guardián de la Fuente de Parque Chas




Este es el título que me asigné a mí mismo, y espero estar a la altura.


La reforma de la fuente duró demasiado para terminar con un resultado tan pobre. Ya volqué mi opinión en el Libro de Visitas de parquechasweb.com.ar. Con Fernando, el encargado del portal, estamos viendo qué se puede hacer para mejorar esta situación. Así que habrá novedades. O al menos, eso espero... Los mantendremos informados.

lunes, 14 de mayo de 2007

Ah, las vacaciones


Nunca subí ninguna foto de mis vacaciones con Evan en Monte Hermoso. Bueno, ahí van un par.




Si no puedes vencerlos...

jueves, 10 de mayo de 2007

Link para musicalizar la entrada anterior

No pude subir el video al blog, así que hagan click acá para ver el clip de "Dirty Old Town", de David Byrne.

Aclaración: buscando el video recordé que Celia Cruz también canta en Rei Momo.

Sugar!


A veces me dan ganas de salir un poco del rock, pop, electrónica y aledaños, y visitar un poco otros géneros. Desde siempre me gustaron el jazz, la música clásica, algo del tango (todos aquellos tangos que no caigan en los depresivos lugares comunes del melodrama, la nostalgia, la pobre madre y las mujeres pérfidas; es decir, muy poco del total del género). Pero llegar a tener cierto conocimiento de un género tan abarcativo como el rock deja muy poco tiempo libre, por lo cual a esas otras músicas hace tiempo que las tengo descuidadas.

De todos modos, últimamente decidí darle un lugarcito a la música sudamericana y caribeña. Estuve escuchando a Caetano Veloso y a Gilberto Gil en el verano, a quienes conocía demasiado superficialmente. Hace poco conseguí el último de Jaime Roos, previendo que no me iba a gustar (y hasta ahora no me gusta), pero me pareció que si había que escuchar algo de candombe uruguayo, mejor empezar por ahí.

Y después está la muy problemática cuestión de cómo entrarle a los ritmos caribeños: cumbia, merengue, bolero, mapeyé, bachata, salsa, son. De donde derivan los infames sonidos bailanteros argentinos, por supuesto, “nuestras” cumbias y cuartetos. Evidencia que podría desencadenar un montón de reflexiones acerca de la música popular en este país, pero que no creo que valga la pena volcar en el blog.

También están aquellos otros “artistas” provenientes de países más identificados con esos ritmos, como El General, Machito Ponce, Elvis Crespo y tantos otros que sólo consiguen ponerme de un humor del carajo en cualquier bar, boliche o casamiento en donde tenga que hacer acto de presencia por obligación.

Por último, están esos otros referentes respetados internacionalmente, como Celia Cruz, Tito Puente o todos aquellos del Buena Vista Social Club. Lo poquísimo que conozco de ellos no consigue entusiasmarme demasiado. En el caso de Celia Cruz la culpa es de ella, por haber hecho esa odiosa canción que repite “no hay que llorar que la vida es un carnaval”, lo que la hace acercarse al grupejo del párrafo anterior. En los otros casos, la culpa seguramente es mía.

¿Cómo hacer entonces? Seguramente habrá en Colombia, Venezuela y otros países del caribe una buena cantidad de músicos talentosos, de estos y otros géneros, tradicionales y modernos. Pero aún en plena globalización puede costar demasiado trabajo el descubrirlos. Pero tenía otra opción, más sencilla. El rock siempre te da una mano, diría Peter Capussotto. Así como en su momento Bryan Ferry me ayudó a acercarme a ciertos standards del jazz y el swing con su magistral disco As Time Goes By (1999), para el caso de la música caribeña desempolvé un viejo disco que había escuchado en su momento, cuando con mis amigos del secundario alquilábamos y copiábamos los CDs que la hiperinflación y las constantes devaluaciones nos impedían comprar. Se trata de Rei Momo, de David Byrne, del año 1989. Quienes seguían a su grupo (Talking Heads) sabían del acercamiento de Byrne a los ritmos caribeños, por eso no resultaba tan sorprendente que se decidiera a grabar un disco solista rodeándose de varios y excelentes músicos colombianos, panameños y (creo que) dominicanos. En Rei Momo no hay ni una pizca de rock, y para subrayar el carácter totalmente tradicional (y hasta pedagógico) del disco, en la contratapa se aclaraba el género de pertenencia de cada canción. Y más allá de la extrañeza que provoca el escuchar canciones de este tipo casi totalmente en inglés (a mi vieja le pareció ridículo, directamente), la verdad es que son todas muy lindas.

Por supuesto que ese disco cayó en manos de uno de mis amigos del colegio sólamente porque David Byrne era el líder de los Talking Heads, si no nunca nos lo habríamos tomado en serio, aún cuando yo desconocía casi todo del grupo. La cuestión es que al poco tiempo, en el ´89 o quizás al año siguiente, Byrne visitó por primera vez la Argentina. En aquella época casi nunca iba a recitales, pero sí recuerdo la cobertura y las repercusiones del evento en la prensa.

El problema principal fue que, a pesar de estaba claro que David Byrne venía a presentar Rei Momo, todos fueron a ver en realidad a los Talking Heads. Y se encontraron con un escenario repleto de músicos y bailarines negros, y al ídolo rockero muy orgulloso tocando ritmos que, antes del aluvión noventista, para la clase media y superiores todavía eran una grasada, música mersa a la cual sólo Calabró y Moria Casán le hacían un lugarcito en sus programas de tele.

Byrne accedió a tocar “Psycho Killer”, de los Talking Heads, pero fue una versión muy distinta de la del disco. En definitiva, el público estaba desorientado, o incluso indignado. Hubo sin embargo un adelantado, un protopopulista que leyó antes que otros por dónde iba a pasar el asunto en los años que seguirían. O quizás sólo era que estaba fumado, vaya uno a saber. Pero dijo en aquel entonces Andrés Calamaro: “Después de ese recital me fui a Metrópolis, a desintoxicarme”. Cuanto significado en tan pocas palabras. Toneladas de demagogia, nacionalismo y orgullo latinoamericanista berreta comprimidas en una única oración. Si no fuera un tipo tan fino habría dicho quizás: “¿Qué, ahora resulta que estos gringos nos van a explicar a nosotros cómo se toca cumbia? ¡Andááááá! La posta la tienen los cabezas de la bailanta.”. Se lo reconozco, otra vez: aún no eran tantos los que conocían qué era Metrópolis.

Bueno, no hay que sorprenderse tanto. También recuerdo que alguna vez dijo en una contratapa de La Nación: “La inteligencia es de izquierda”. Una habilidad increíble para las frases sintéticas y recordables, pero invariablemente falsas.