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lunes, 4 de septiembre de 2006

Familia Costa, otra víctima de la inseguridad


Irónico: el mismo día de la marcha de Blumberg contra la inseguridad, al Chino le tiraron abajo la puerta de la casa y le robaron de todo, y entre lo que se llevaron los chorros había algunos instrumentos de la banda, un teclado, una guitarra y otras cosas. Otra guitarra y un amplificador se salvaron de milagro. No voy a quejarme demasiado, claro, a ver si todavía me acusan de ser parte de alguna conspiración neoliberal-procesista-manodurista-imperialista.

Una cagada todo esto, la verdad, justo cuando teníamos planes concretos para entrar a grabar un nuevo disco, intensificando los ensayos y mejorando bastante nuestro sonido. Se nota especialmente a nivel de la base rítmica, ya que con mi hermano el bajista se nos venía haciendo bastante cuesta arriba. Pero no importa, ya veremos cómo lo solucionamos. Algunas ideas ya se discutieron, además de poner guita de nuestro bolsillo, claro. Ya habrá novedades. Y desde ya, espero que el Chino supere el momento de mierda que implica llegar a tu casa y descubrir que invadieron tu espacio, se metieron en tu intimidad y se llevaron cosas de mucho valor más allá del económico, por supuesto.


Como comentario a la marcha del jueves pasado sólo voy a reproducir un párrafo de un artículo del inefable Raulisman al respecto (ver mi entrada de la semana pasada "Hasta el subsidio siempre"), más mi mensaje de (casi) siempre en su blog. No tiene desperdicio lo de este "docente e investigador de la UBA", como le gusta presentarse.

“Habida cuenta del carácter insalvablemente racista de los velablanquistas, hubiese alcanzado con tres decenas de miles de manifestantes en Plaza de Mayo para disuadir a gran parte de los blumberianos para borrarse de plaza de mayo. Es decir, que con una cierta demostración de firmeza política habría bastado para hacer realidad el planteo formulado- entre otros- por Luís D’Elía: la plaza es de las madres.”

Un verdadero demócrata, el Raúl.

Esta vez te pasaste, Raulito. Ya sabía que eras un facho de izquierda berreta, pero hasta ahora no había encontrado una demostración más burda que este párrafo infame. O sos un cínico, o sos un pelotudo, docente e investigador de la UBA. ¿En qué “país en serio” un tipo que llama a la violencia política desde el Estado (asociándote al llamado de D´Elia, funcionario público de mayor rango que vos) podría ser profesor de una universidad nacional?

¿Vos sabés lo que es el racismo? Pedir por seguridad, una función esencial del Estado, por supuesto que no lo es. Ser de derecha, o conservador, tampoco. Ser liberal, de centroderecha o centroizquierda, menos aún. Y asegurar que todo ciudadano que sufre a la delincuencia y reclama seguridad es de derecha, es simplemente una petición de principios, y falsa, para peor. Por supuesto que ser de derecha tampoco es ser un fascista, o un autoritario. Un poco de precisión conceptual, por favor, Señor Profesor. Vaya a la biblioteca, revise un poco, que está muy equivocado.

“Disuadir”, “firmeza política”. Vamos, Su Eminencia, no use esos eufemismos, por favor. Diga, “apretar”, “amenazar”, “cagar a palos”, que eso es lo que está queriendo decir realmente. Un ejemplo de convivencia democrática y respeto por la diversidad, el docente e investigador de la UBA.

“La plaza es de las madres”. Hasta que no me muestren el título de propiedad que así lo acredite (según las leyes de la nación), la Plaza de Mayo es de las madres, de las abuelas, es mía, tuya, de Blumberg, de Pérez Esquivel, de Kirchner, de D´Elia, de Videla, de Astiz y de todos los ciudadanos argentinos, sin distinciones. Las plazas no se privatizaron, ni se vendieron, ni se regalaron, ni se concesionaron. Y el derecho de peticionar ante las autoridades también le corresponde a todos los ciudadanos, y si un acto de protesta se organiza conforme a lo que las autoridades disponen (y sin violar ninguna ley, claro está, porque en ciertas ocasiones las autoridades no quieren o no pueden disponer que la ley se respete), puede hacerse en la Plaza de Mayo o en cualquier otro espacio público. Pregunte antes de regalar lo que no es sólamente suyo, Profesor Doctísimo, porque eso se parece mucho a usurpar, o a robar. Y en ningún “país en serio” un usurpador o ladrón podría ser docente e investigador de la UBA.



1 comentario:

Niño Barroco dijo...

Hace unos días que vengo con ese miedo... calculo que a medida que vamos sumando cachivaches a nuestra existencia, el miedo a esos episodios se incrementa...
Pero bueno, tampoco se puede vivir teniendo miedo...
Todo se repone... salvo el talento de la banda, que es irremplazable.
En el próximo paseo wifi me bajo el disco, mi estimado.
Y suerte con el profesor... si quiere discutir pro placer, pases por jugodeladrillo, el blog del amigo Jack, un marxista respetable...
Yo perdí el tiempo con troskos, calculo que los defensores de "el pueblo" deben ser igual de densos...